Dos corazones unidos gracias a la diálisis domiciliaria

Sinem and Yalçın en casa

Gracias a la diálisis domiciliaria, disfrutan trabajando y soñando juntos, mirando hacia el futuro con esperanza. Sinem y Yalçın Önel no solo cuentan cómo se conocieron y se enamoraron en un centro de diálisis, sino también cómo comparten ahora su máquina de diálisis en casa.

Sinem Önel nació en Bursa, Turquía, en 1992 y ha vivido en İnegöl desde su infancia. Recuerda con cariño su niñez, creciendo con sus dos hermanas. Cuando su madre perdió la vista durante el embarazo, Sinem tuvo que abandonar sus estudios después de la escuela secundaria, para ayudar a su madre. Sinem comenzó la diálisis a los 19 años debido a un síndrome nefrótico. A pesar de experimentar dificultades al principio, aceptó el tratamiento más fácilmente cuando sus síntomas físicos fueron significativamente mejores. Estuvo en hemodiálisis durante un año y medio en su ciudad natal en e Özel en el centro de diálisis Merkezi de FMC en İnegöl. Allí aprendió todo lo relacionado con la hemodiálisis domiciliaria y donde conoció a su futuro marido.

Yalçın Önel nació en İnegöl en 1988. Creció con una hermana en una familia entrañable. Cuando su enfermedad se manifestó por primera vez a la edad de diez años, fue tratado intermitentemente debido a los problemas de vejiga durante sus años escolares. Después de una reacción severa a los antibióticos durante el segundo año de Yalçın en la Universidad, comenzó la diálisis, y fue un desafío tanto físico como mental.

Aunque su madre le donó un riñón en 2012, Yalçın tuvo que volver a la diálisis cuando dejó de funcionar el riñón debido a una infección después de tan sólo dos años. Ha estado trabajando durante tres años en el departamento de recursos humanos de una empresa de muebles mientras se hacía diálisis domiciliaria.

Sinem, por favor cuéntanos como se han conocido

Sinem: Vi a Yalçın por primera vez cuando tuvo que volver a la clínica después de que le fallara el trasplante. Algo dentro de mí se agitó cuando le vi, pero no tuvimos la oportunidad de hablar. Traté de averiguar quién era a través de una de mis amigas enfermeras. Cuando por fin nuestros caminos se cruzaron de nuevo, tuvimos una breve conversación y luego empezamos a enviarnos mensajes por las redes sociales durante un tiempo.

Desde que Yalçın comenzó la diálisis domiciliaria, lo visitaba para averiguar cómo lo hacía. En diciembre de 2015 fuimos a ver la película amor infinito y nos hizo una foto juntos. Cuando me pidió que la compartiera en las redes sociales, era como si declarase que teníamos una relación. Unas semanas más tarde, en la víspera de año nuevo, me propuso matrimonio diciendo: “¿compartirías la llave de una casa conmigo?” Estaba encantada, sin embargo, rompió nuestra relación poco tiempo después de la Proposición.

Dos meses después, me envió un mensaje para explicarme el por qué. Me dijo que quería que volviéramos a estar juntos, pero se lo puse un poco difícil antes de empezar a salir de nuevo [sonrisas]. ¡En junio de 2017, cuando nos apuntamos a la lista de espera de trasplantes, me propuso matrimonio en medio del hospital! Llevamos felizmente casados desde abril del 2018.

¿Cómo decidiste hacer diálisis domiciliaria?

Sinem: sobre todo aprecié el hecho de poder estar en casa. Mi marido me apoyó mucho en este camino de iniciar diálisis domiciliaria. Estaba tan contenta cuando puede comenzar en octubre de 2015, ya que antes tuve que someterme a un tratamiento de cáncer de tiroides.

Creo que todos pueden hacer diálisis domiciliaria, solo se necesita un poco de valentía. Gracias a nuestros médicos y enfermeras, que son personas de gran corazón, hicieron el proceso mucho más fácil. Cada vez que los veo, digo, “Afortunadamente, nuestros caminos se cruzaron.”

Recibir hemodiálisis domiciliaria ayuda a superar algunas limitaciones del tratamiento en el centro. Primero, limpiando la sangre durante un tiempo prolongado garantiza que los efectos secundarios que surgen después de la diálisis sean mínimos. En segundo lugar, puedo planificar mi día mejor, paso más tiempo con mis seres queridos y haciendo lo que me gusta. La diálisis domiciliaria me ha devuelta mi vida laboral. Gracias a la empatía de mis jefes, puedo descansar si no me siento bien.

Yalcin: cuando mi trasplante falló después de dos años, naturalmente, tuve que empezar de nuevo la diálisis, pero no quería alejarme tanto de mi vida laboral ni de mi círculo social y quería vivir una vida normal lo antes posible. Opté por la diálisis domiciliaria porque parecía la única solución para mí. Leí entrevistas con pacientes e hice algunas investigaciones. El personal del centro de diálisis Merkezi de FMC apoyó mi decisión. Finalicé con éxito mi educación y e inmediatamente comencé la diálisis domiciliaria. Me da una libertad realmente importante, en comparación con la diálisis normal. Gracias a eso, podría volver a mi vida laboral.

¿Cómo resumirían su experiencia?

Yalçın: he estado compartiendo la misma máquina de diálisis con Sinem durante los últimos meses, al igual que compartimos una vida... Al principio, nuestra relación tenía altibajos, debido a las experiencias negativas en mi pasado. Sin embargo, siempre intento tomar las mejores decisiones para ambos. Quiero que sea feliz. El hecho de que ella todavía se ruboriza cuando me ve me hace muy feliz. Pero sus rasgos más impresionantes para mí son su determinación y su actitud hacia la vida. Afortunadamente, ahora tenemos un matrimonio muy feliz. Luchamos juntos, y nos apoyamos mutuamente.

Sinem: hemos pasado tiempos difíciles juntos. Mirando hacia atrás, veo que no tienes que renunciar a nada en la vida. Aunque la esperanza a veces disminuya, hay ser perseverante, porque la vida siempre está llena de milagros.

Muchas gracias,
Sinem y Yalçın, por confiarnos vuestra historia.

¡Que sigais siendo felices!