Un hombre, muchas palabras: entrevista sobre la hemodiálisis domiciliaria

Aunque muchos pacientes disfrutan entablando relación con el personal y con otros pacientes en los centros de diálisis de NephroCare, algunos prefieren la privacidad y la flexibilidad que otorga la hemodiálisis domiciliaria (HDD ). Una de estas personas es Serdar Kabaş. Hace poco conversamos con él largo y tendido acerca de su vida y de su experiencia con la HDD.

Bienvenido, Serdar. Háblenos un poco de usted.

Nací hace 40 años en Estambul, Turquía, aunque en la actualidad vivo en Izmir. Pasé mi juventud en nuestra animada capital, donde  terminé mi educación obligatoria y cursé mis estudios superiores. Siempre he trabajado mucho y, después de graduarme, decidí dedicarme a la contabilidad para, posteriormente, obtener la cualificación necesaria  para trabajar como asesor financiero.

¿Cuándo le diagnosticaron insuficiencia renal y cómo empezó la diálisis domiciliaria?

Al poco de comenzar a trabajar, el médico me dijo que tenía insuficiencia renal y que debía someterme a diálisis. Había problemas en mi matrimonio y recibir el diagnóstico supuso una verdadera conmoción. Poco a poco fui aceptando mi estado y, aunque mi mujer y yo nos separamos, mi salud y mi vida personal van bien encaminadas. Unos tres meses después de comenzar la diálisis en el centro de NephroCare oí hablar de la posibilidad de hacer el tratamiento en casa. Llevo una vida muy ajetreada, por lo que me interesó de inmediato. Mi médico consideraba que era un paciente apto para la HDD, así que hice un curso de formación de dos meses para aprender a manejarme. En diciembre de 2013 pasé oficialmente al tratamiento doméstico.

¿Cómo aceptó que la diálisis fuera parte de su vida?

Cuando tuve conocimiento de mi enfermedad me di cuenta enseguida de que la diálisis era mi única opción. Sin embargo, al principio me resultó muy difícil porque pasaba mucho tiempo en la clínica. Soy una persona social y activa y me encanta trabajar. Un día, durante una conversación, mi enfermera en la clínica me habló de la hemodiálisis domiciliaria. Me pareció lo más adecuado para mí y decidí realizar el cambio.

¿Cuáles son los principales retos a los que se ha enfrentado como paciente de hemodiálisis domiciliaria? ¿Qué le ha ayudado a superarlos?

Cuando comencé el tratamiento en casa tenía miedo de inyectarme las agujas. Con el tiempo he ganado seguridad y ahora lo puedo hacer sin problemas. Aunque la hemodiálisis domiciliaria es la mejor opción para mí, el proceso de aprendizaje fue muy duro. Al principio dormía mal porque tenía miedo de que la aguja se saliera durante la noche. Pero al cabo de un tiempo este temor desapareció y ahora descanso muy bien durante el tratamiento.

¿A qué dedica su tiempo libre? ¿Cuáles son sus aficiones?

Dedico bastante tiempo a hacer deporte. Soy un forofo del fútbol y se me da muy bien jugar en césped artificial. Normalmente me reúno con mis amigos para jugar un partido los fines de semana. Por lo demás, sigo trabajando como asesor financiero en mi despacho. Tengo un horario laboral muy intenso y me encanta mi trabajo. También me gusta jugar a videojuegos de aventuras en el iPad, conducir, jugar a ping pong y al backgammond y escuchar música. Sigo en contacto con mis «amigos de diálisis» de la clínica y nos gusta organizar excursiones los fines de semana.

Parece que disfruta plenamente de la vida. ¿Podría resumir su lema personal en una palabra?

Sinceridad. Creo que ser sincero es lo más destacado de mi personalidad. Aunque la HDD no es apta para todo el mundo, para algunas personas, como Serdar, es la opción que mejor se adapta a su estilo de vida y a sus rutinas. Si le interesa esta opción de tratamiento, consulte a su nefrólogo.