Un regalo con flores

La importancia de conocer el riñón

Cuando la primavera florece en nuestros corazones una y otra vez.

Su entorno se asemeja a un cuento de hadas. En la antigua ubicación del viejo fuerte romano de Drobeta en la ciudad de Drobeta Turnu Severin, el moderno centro de dialysis se encuentra en la orilla izquierda del Danubio, donde el río emerge de la garganta delvalle subcarpático de Topolnita.

Y como si se tratase de un cuento de hadas, los rostros de los pacientes están radiantes gracias a los destellos de diamante que reflejan las tarjetas de felicitación que han recibido o la revista rumana «pentru tine» para pacientes de NephroCare que leen.

Manciu Ioana (Ioni, como la llaman sus amigos) es una de esas pacientes. Muchas veces, su lucha contra la enfermedad la ha dejado sin energía para continuar, pero el proyecto «Unas manos con don» la ha hecho ser consciente de su valor y su fuerza interior. El apoyo de su familia y amigos y su actitud positiva han jugado un papel clave en la aceptación de la diálisis como parte de su vida cotidiana. Hoy en día, la diálisis no es el fin del mundo para ella, sino un nuevo comienzo. Por fin ha recuperado la confianza en sí misma y se ha dado cuenta de lo valiosa que es, y quiere devolver algo a cambio. Por eso, con su deseo de dibujar una sonrisa en la cara de todos, ha elaborado un plan: el próximo ano, el 1 de marzo, brillará el sol...

Piensa en el invierno, cuando todo parece en calma. Las ventanas están cubiertas de escarcha. Cuando cierra los ojos, hay un campo de perlas brillantes frente a ella. El viento del invierno parece susurrar una historia:
«Había una vez un viudo que vivía con sus dos hijas, que eran tan inteligentes como curiosas. Las niñas siempre hacían muchas preguntas. A veces podia responderles y otras no. Puesto que deseaba darles la mejor educación, las envió a casa de un sabio durante sus vacaciones. El sabio siempre tenía respuestas para sus preguntas.

Un día, una de las niñas decidió engañar al sabio anciano. Para ello, trajo una mariposa azul. «¿Qué vas a hacer?», le preguntó su hermana. «Tengo que esconder la mariposa en mis manos y preguntarle al anciano si la mariposa está muerta o viva. Si dice que está muerta, abriré mis manos y la dejaré volar. Si dice que está viva, cerraré mis manos y la aplastaré. Así que, sea cuál sea su respuesta, se equivocará.» Las dos niñas fueron inmediatamente a ver al sabio y lo encontraron meditando «Tengo una mariposa azul en las manos », comenzó diciendo la niña. «Dime, hombre sabio, ¿está viva o muerta?» El sabio sonrió con serenidad y le respondió: «Depende de ti... ya que está en tus manos. Nuestra vida, nuestro pasado, nuestro presente y futuro, son como la mariposa azul. Depende de nosotros escoger qué hacemos con ellos.»

 

El 1 de marzo, aún no habían brotado las hojas frescas de la hierba y se habían unido al sueno de la naturaleza. Pero Ioni empezó a hacer realidad su sueno. En Navidades,  pese a que sabía que podría no salir bien, comenzó a dibujar esbozos para su gran plan. Después de Ano Nuevo, ya había creado muchas formas y dibujos distintos para sus amuletos de marzo. Con su imaginación y creatividad, disenó modelos para dos amuletos únicos, y los creó con sus afanosas y talentosas manos.

El cinco de enero, comenzó a fabricarlos en el pequeno taller que había instalado para ella en su salón. Día tras día, en cada hueco libre que encuentra, Manciu Ioana se sienta allí y forma copos de nieve, mariposas y flores. Durante cada sesión de diálisis, contaba el número cada vez más grande de sobres pequenos. Y para su gran plan, también reclutó otros pacientes: Răducu Mirela, Cioculescu Ion, Secu Daniela y Ciocan Nicoleta. Con unas ganas de vivir que solo la primavera puede evocar, todos ellos transformaron las filigranas de papel con sus ávidas manos.

Todos los anos, los amuletos de marzo son una fuente de profunda emoción y alegría para todos. Marcan el comienzo de la primavera y un momento en el que florece un cambio en todos nosotros. Por un momento,  a todos nos tocan los amuletos de marzo que nos rodean mientras nos detenemos a admirarlos. Anca Abănăriţei, enfermera jefa del centro, ha hecho algo más que admirarlos. Se ha unido a la creatividad comprando mariquitas y pequenas mariposas para crear sus propios amuletos.

Loredana Popescu, Psicóloga
Centro de diálisis Fresenius,
Drobeta Turnu Severin, Rumanía