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Cómo afecta el calor a la salud renal

Las altas temperaturas pueden afectar al riñón. Conozca cómo actuar en verano.

El verano ya está aquí y con él las elevadas temperaturas. En los últimos años, además, se están produciendo cada vez más olas de calor y con más frecuencia. Cuando el termómetro se dispara, no solo genera incomodidad para realizar las actividades cotidianas, sino que también puede afectar a la salud de las personas, sobre todo aquellas que ya presentan alguna enfermedad o que son más propensas por su edad o circunstancias a presentar problemas. Pero ¿cómo afecta el calor a la salud renal?

La temperatura media ha aumentado en los últimos 50 años 0, 8 °C aproximadamente. Si bien este aumento de temperatura puede no parecer grande, ya está teniendo efectos importantes en la salud humana, y conlleva un marcado incremento del riesgo de morbilidad y mortalidad.

Las altas temperaturas pueden conllevar un aumento de la temperatura central, deshidratación e hiperosmolaridad de la sangre. La enfermedad por calor se puede manifestar a través del agotamiento y del golpe de calor. En el primer caso, la temperatura central no pasa de 40 °C y el estado mental no se altera. Mientras que en el golpe de calor la temperatura sube hasta los 41,5-42 °C y se puede producir daño celular que podría dar lugar a síndrome de respuesta inflamatoria sistémica, coagulación intravenosa diseminada, afectación hepática, del sistema nervioso central y disminución del flujo renal, que deteriora el filtrado glomerular, entre otras cosas.

Los grupos de riesgo para padecer enfermedad asociada al calor son niños, ancianos, enfermos crónicos (enfermedades como la cardiaca, respiratoria, renal y diabetes), personas en cama, con discapacidad, que viven solas o con escasa interacción social y aquellas poblaciones más deprimidas a nivel socioeconómico.  

El elevado trabajo metabólico que tiene el riñón, al igual que la excreción concentrada de desechos, hace que este órgano sea muy susceptible a un daño por estos incrementos exacerbados de temperatura, cada vez más frecuentes debido al cambio climático. También hay que tener en cuenta que, a más temperaturas, mayor riesgo de deshidratación. Por tanto, debería tenerse en cuenta este riesgo que, como decimos, es cada vez mayor, especialmente en países como España.

De hecho, se han observado en diferentes olas de calor y países un aumento de ingresos en urgencias por insuficiencia renal aguda, enfermedad renal crónica, piedras en el riñón e infecciones del tracto urinario.

Por este motivo, ofrecemos una serie de consejos para tener en cuenta durante la época estival tanto para los pacientes renales como para sus familiares:

-Organice su hidratación diaria y modere el consumo de sal.

-Protégase del sol en las horas centrales del día, cuando hace más calor. 

-Realice deporte evitando las horas más fuertes de sol (de 12 horas del mediodía a las 18h de la tarde).

-Beba dos vasos pequeños de agua al día con una rodaja de limón o arándanos congelados.

-Trate de tomar sus medicamentos con el vaso de agua destinado a las comidas.

-Enjuáguese la boca con agua fría (evitando tragar el agua).

-Utilice fruta congelada o cubitos de compota congelada, usando: pera, manzana, arándanos o piña envasada en su jugo.

-Para enfriar la bebida, colóquela en la nevera y evite usar hielos.

-Consulte con su nutricionista en caso de tener más dudas.