El comienzo de año es un buen impulso para empezar a ejercitarse. Existe evidencia científica del beneficio que ejerce el ejercicio en los pacientes con enfermedad renal crónica ya que reduce su riesgo cardiovascular.
Por este motivo, es importante incentivar el ejercicio físico en una intensidad moderada durante 30 minutos la mayoría de los días de la semana.
El tipo de ejercicio más beneficioso es el entrenamiento de resistencia, que debería practicar regularmente. Los deportes de resistencia tienen los siguientes efectos en el cuerpo humano:
- Activan los músculos de una forma ligera permitiendo que estos crezcan de forma lenta pero continua y soporten la estructura ósea.
- Reduce la grasa muscular y la tensión arterial.
- Tiene efectos beneficiosos sobre los niveles de azúcar y grasa en la sangre.
- El sistema inmunitario se ve fortalecido a largo plazo.
En el siguiente artículo, ofrecemos más información de este tema, y los diferentes tipos de ejercicio que se pueden realizar, así como algunos consejos prácticos. ¡Ahora es un buen momento para comenzar!