La diabetes y la buena alimentación

Tazón de muesli
La dieta y la nutrición para diabéticos

Ser paciente diabético y estar sometiéndose a diálisis no le impedirá seguir incluyendo alimentos deliciosos y nutritivos en su dieta. Si sabe lo que su cuerpo necesita, sabrá qué debe comer. Y si elige los alimentos adecuados, su vida podrá ser mejor. Con unos simples cambios en su alimentación, le resultará más fácil lidiar con la diálisis y la diabetes y podrá disfrutar de la vida al máximo.

 

Solo tendrá que ceñirse a  cinco recomendaciones nutricionales básicas, seguir unos sencillos consejos sobre su ingesta de hidratos de carbono y vigilar regularmente la concentración de azúcar en sangre.

Cuente los hidratos de carbono

La función principal de los hidratos de carbono consiste en almacenar energía en el cuerpo. Algunos hidratos de carbono, como los que se encuentran en el azúcar, se absorben rápidamente; en cambio, otros carbohidratos más complejos tardan más tiempo en descomponerse y proporcionan energía durante un período de tiempo más prolongado. Todos los alimentos que contienen hidratos de carbono (como, por ejemplo, el pan, los cereales, el arroz, la verdura a base de fécula o almidón, la fruta, los zumos y muchos postres) aumentan los niveles de azúcar en sangre. Por ello, es importante controlar adecuadamente la ingesta de estos alimentos. Trate de comer cada tres horas durante el día (comidas y tentempiés). Un tentempié (con proteínas) a la hora de irse a dormir le ayudará a estabilizar la concentración de azúcar en sangre durante la noche.

Al ser diabético, es importante aprender a reconocer qué alimentos contienen hidratos de carbono y saber calcular las cantidades. De este modo, la cantidad total de hidratos de carbono que tome se adecuará a su medicación y a su nivel de actividad física. Es posible que su nutricionista le haya enseñado un sistema denominado recuento de los hidratos de carbono con el que controlar la ingesta de carbohidratos.

¿Debo evitar algún alimento?

Una fuente importante de hidratos de carbono de su dieta son los cereales y los productos elaborados a base de cereales, como el pan, los pasteles o el muesli. Si sus niveles de fósforo lo permiten, elija productos con más de un tipo de cereales (por ejemplo, trigo y centeno), ya que el alto contenido en fibra resulta muy saciante y su absorción es más lenta, estos alimentos aumentan la concentración de azúcar en sangre de forma más pausada. Tomar pequeñas cantidades de avena también es una posibilidad.

Lo mismo podemos decir de la verdura fresca, las legumbres, la pasta, la leche y algunas frutas. Todos estos alimentos tienen un «índice glucémico» más bajo; el índice glucémico indica la rapidez con la que los alimentos aumentan la concentración de azúcar en sangre. Recuerde, no obstante, que algunas frutas dulces como las uvas tienen un índice glucémico bastante alto.

Si bien antiguamente el azúcar (sacarosa) suponía un tabú para los diabéticos, en la actualidad una pequeña cantidad de azúcar «envasada» en forma de, por ejemplo, bombón de chocolate puede permitirse como capricho ocasional. No obstante, las bebidas azucaradas y los alimentos con un alto contenido en azúcares deben evitarse por todos los medios, dado que el azúcar que contienen se absorbe rápidamente y puede provocar un aumento brusco de los niveles de azúcar en sangre.

Recuerde:

  • los hidratos de carbono aumentan la concentración de azúcar en sangre
  • control la ingesta de los hidratos de carbono que ingiere cuidadosamente
  • en lugar de tomar bebidas azucaradas, beba agua o infusiones de hierbas o frutas sin sobrepasar las cantidades recomendadas
  • coma menos granos/cereales refinados y, siempre que pueda, elija alimentos con un índice glucémico (IG) bajo

Vigilar la concentración de azúcar en sangre

La diabetes provoca que una cantidad elevada de azúcar termine en el torrente sanguíneo. Normalmente, la concentración de azúcar en sangre la controla una hormona que produce el páncreas y recibe el nombre de insulina. Durante la digestión, muchos alimentos se convierten en glucosa y entran en el torrente sanguíneo. La insulina es la hormona que ayuda a pasar la glucosa de la sangre a las células, que utilizan la glucosa como energía. Cuando se padece de diabetes, dado que no se dispone de insulina suficiente o debido a que las células no reaccionan ante la presencia de la insulina, el organismo no puede utilizar la glucosa del torrente sanguíneo al completo. Si este trastorno no se trata, la alta concentración de azúcar en sangre — también denominada hiperglucemia — puede provocar un coma diabético.

Así pues, al ser diabético, debe vigilar su concentración de azúcar en sangre con un glucómetro, un aparato con el que podrá vigilar el nivel de glucosa en sangre. Si no dispone de glucómetro, hable con su médico al respecto. Esta sencilla prueba le indicará en cualquier momento si su concentración de azúcar en sangre se encuentra en un nivel aceptable. El médico llevará a cabo otro análisis para medir la concentración media de glucosa en sangre durante un período de tres meses. Los resultados de este análisis indicarán de qué manera está controlando la diabetes.

A veces tengo tanta sed…

¿Sabía que no controlar el nivel de azúcar en sangre también puede aumentar la sed? Recuerde que, dado que padece de diabetes, debe vigilar la cantidad de líquidos que ingiere. Tomar mucho líquido puede provocar una sobrehidratación, lo cual podría resultar perjudicial para su sistema circulatorio. Si comprueba el nivel de glucosa en sangre y lo mantiene controlado, también podrá controlar la sed y la ingesta de líquidos. Su nutricionista le recomendará una cantidad de líquidos específica para su situación personal.

¿Necesito dosis adicionales de vitaminas?

En el caso de los pacientes diabéticos, un buen suministro de vitaminas es esencial, dado que las vitaminas pueden absorber algunas de las sustancias más dañinas que se encuentran en la sangre. Compruebe las recomendaciones del «Buen hábito alimenticio 5» y tome las vitaminas que le recomiende el médico de manera específica.

Recuerde:

  • vigilar la concentración de azúcar en sangre de forma habitual
  • una alta concentración de azúcar en sangre le provocará sed; trate de controlarla correctamente
  • comprobar con su nutricionista o nefrólogo la cantidad de líquidos que puede tomar
  • hacer ejercicio de forma regular le ayudará a evitar las subidas de azúcar
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