Este madrileño de 45 años sabe lo que es convivir con una enfermedad, ya que durante toda su vida ha tenido problemas relacionados con su vejiga, que le han derivado en una enfermedad renal crónica.
Hace unos años que su riñón dijo basta y fue la diálisis la que tomó su relevo, permitiéndole continuar con su vida. Eso sí, tuvo que incorporar cambios importantes en ella. Reconoce que al principio no fue fácil, pero poco a poco ha ido aceptando que este tratamiento le permite mantenerse con vida y hacer proyectos de cara al futuro próximo.
También admite que la terapia no es un límite para poder pasar dos o más meses en la playa cada verano, todo un lujo para muchos que él tiene a su disposición gracias a la casa familiar que tiene en Guardamar del Segura.