800 Kilómetros de pedaladas por la donación de órganos

Ricardo García Sala, antiguo paciente de Centro de Diálisis Orihuela, ha recorrido el Camino de Santiago promoviendo la donación de órganos

Una Glomerulonefritis Mesangial IgA –un trastorno renal por el que la proteína IgA se acumula en exceso provocando una inflamación que daña las estructuras del riñón- le provocó un fallo renal y tuvo a Ricardo en diálisis 4 años y 10 meses. En 2005 recibió un trasplante de riñón que, “tras un susto, funciona bien y me permite hacer una vida completamente normal”.

Este agente de seguros de 44 años, aficionado al ciclismo y vocal de ALCER Alicante, decidió tener un “gesto” de agradecimiento, unir sus pasiones y se lanzó al Camino de Santiago, 800 km de aventura en bicicleta de montaña para promocionar la donación de órganos y sensibilizar a la población sobre la importancia de hacerse donante.

Y lleno de carteles. Un auténtico hombre-anuncio” –bromea- “Llevaba uno en cada alforja, otro en la mochila, la bicicleta y el maillot de ciclista impreso. Algunos peregrinos me paraban bromeando ‘Tú no tienes patrocinadores, no?’”. Y entonces empezaba su labor… Paraba, se bajaba de la bicicleta y les explicaba que él era un enfermo renal, que estuvo muy enfermo, que tiene un trasplante y que gracias a eso lleva una vida normal.

“Les contaba que estaba haciendo el Camino de Santiago para concienciar a la gente de lo importante que es hacerse donante, que hay muchas personas que lo necesitan”.

Una experiencia única

La aventura empezó en Roncesvalles, en Navarra, y desde allí, 11 etapas sin descanso hasta Santiago de Compostela, con una media de unas 6 horas diarias. Del Camino guarda un recuerdo maravilloso. “Es una experiencia única, y cuando lo haces con un objetivo como este, todavía más”, nos cuenta. Solo, sin coche de apoyo, con su bicicleta, dos alforjas y una mochila. “20 kilos, además de la bici.

Y lleno de carteles. Un auténtico hombre-anuncio” –bromea- “Llevaba uno en cada alforja, otro en la mochila, la bicicleta y el maillot de ciclista impreso. Algunos peregrinos me paraban bromeando ‘Tú no tienes patrocinadores, no?’”. Y entonces empezaba su labor… Paraba, se bajaba de la bicicleta y les explicaba que él era un enfermo renal, que estuvo muy enfermo, que tiene un trasplante y que gracias a eso lleva una vida normal.

“Les contaba que estaba haciendo el Camino de Santiago para concienciar a la gente de lo importante que es hacerse donante, que hay muchas personas que lo necesitan”.

No te lleves tus órganos al cielo

“Te voy a decir una frase con la que terminaba mis conversaciones a lo largo del Camino y que te va a gustar”, nos dice. “No te lleves tus órganos al cielo. Allí saben que es aquí donde los necesitamos”. Por eso iba solo, porque para hacer el Camino así hay que estar muy concienciado. Llegaba a pararse hasta 7 veces en cada etapa para hablar con los grupos de peregrinos. “Si hubiera ido acompañado, no hubiera podido hacerlo”.

Calcula que, entre peregrinos, gente de las aldeas y los grupos a los que daba charlas en los albergues, ha debido hablar de la importancia de la donación de órganos a unas 300 personas. “En esto me vino bien mi faceta comercial”, bromea.

Carnet simbólico

¿En qué mensaje insistía más durante sus conversaciones a lo largo del Camino? Lo más importante –asegura- no es tener el carnet de donante. “Para ser donante, hay que tener el ‘carnet simbólico’, hay que explicarle a la familia que uno quiere donar los órganos al fallecer, porque, al final, en el Hospital necesitan el consentimiento de la familia”, por eso, con cada persona que se mostraba partidaria de donar sus órganos se hacía una foto con un carnet-tipo que llevaba consigo.

Una de estas fotos se la hizo con Esteban González Pons, eurodiputado del PP, que estaba en Santiago, en la plaza del Obradoiro cuando terminó el camino. “Era campaña electoral y había muchos políticos en la plaza. Cuando llegué, me llamaron por teléfono y mientras hablaba, se me acercaron y me preguntaron qué eran los carteles. González Pons se hizo la foto con el carnet simbólico. Estuvo simpático”, explica.

Apoyo en las redes sociales

El tiempo acompañó en todo el Camino, pero en las tres últimas etapas, al llegar a Los Montes de León cambió el tiempo. “Empezó a llover, bajó la temperatura y empecé a encontrar niebla, hasta 10 km antes de Santiago, que volvió a salir el sol”. Haciendo gala de su sentido del humor, recuerda que tuvo que parar y comprar ropa de abrigo para hacer frente a esos días.

Etapa a etapa iba realizando su particular reportaje-crónica, que desde ALCER Alicante iban reflejando en las redes sociales. En Facebook, ALCER Alicante llegó esos días a tener 7.726 seguidores, con publicaciones que se compartían más de 40 veces, explica orgulloso. “Lo cierto es que el apoyo de los patrocinadores fue importante, pero sin el de ALCER Alicante no hubiera sido posible”.

Los medios de comunicación también se hicieron eco de la gesta… desde Información de Alicante a La Voz de Galicia. La experiencia ha sido tan buena y la labor que se ha hecho tan grande “que vamos a repetir cada año. No descarto repetir el Camino de Santiago, quizás desde otro lugar, ya que hay varios.

Este año he hecho el Camino Francés que es el ‘auténtico’, pero hay otras variantes, por ejemplo desde Alicante que me encantaría y son más de 1.000 km”. Ricardo es muy activo en la concienciación de la lucha contra la enfermedad renal. Además de miembro del Comité de Bioética del Hospital de la Vega Baja y de mesas informativas sobre la donación de órganos, participa cada año en la campaña escolar Brigada Prevención que organiza Fresenius Medical Care en toda España.